Life is strange: un videojuego al servicio del arte

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Hay videojuegos que son sentimientos. Que hablan, que gritan, que hacen sentir, que te sumergen. Life is strange es así. Artísticamente impecable, musicalmente increíble, narrativamente apasionante. Se agradece que todavía se atrevan a contar buenas historias y no solo pegar tiros. Se agradece que, a veces, prime un poco de guion, de música, de sentimiento, antes que unos gráficos de última generación.

Life is strange nos cuenta la vida de Max, una chica que se quiere ganar un sitio en el mundo profesional de la fotografía. Para ello, regresa a su pueblo natal, Arcadia Bay, y comienza las clases bajo la tutela del Sr. Jefferson, afamado fotógrafo del país. En la academia Blackwell descubrirá, no obstante, que tiene la capacidad de jugar con el tiempo y viajar hacia atrás en él.

La música es un elemento fundamental dentro del videojuego. No solo está perfectamente integrada, sino que se han esforzado bastante en darle un peso importante dentro de la historia. Hay momentos donde la música lo es todo. Absolutamente todo. Life is strange tiene esos pequeños detalles que lo hacen único; a veces, el juego te invita a sentarte en un tocón, en una silla, en el suelo… para dejar que entre la música y los pensamientos de Maxine Caulfield sean lo más importante.

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Max, la protagonista de nuestra historia. 

De nuevo, al igual que sucede con Until Dawn, las decisiones cambiarán el devenir de la historia. Esto lo hace sumamente atractivo y enfatiza el carácter narrativo del videojuego; no esperéis algo gráficamente impecable, pero sí muy bueno en cuanto a trama. Aun así, la estética Life is strange me parece muy apropiada al contenido que muestra. Plagado de colores marrones y naranjas, otoñales, es un juego que destila melancolía y creatividad. Muy bueno para probar en esta estación.

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Su trama nos desvela verdaderos dilemas temporales y nos muestra un ambiente adolescente, marcado por las relaciones sociales; el amor, la amistad, incluso el bullying. La fotografía como tal dentro del juego también se consolida como un elemento esencial. Los personajes son carismáticos y el mundo creado desprende magia por todos sus poros.

En definitiva, si estás buscando una historia real, diferente; un videojuego en donde prime lo artístico frente al gráfico, Life is strange es para ti. No esperes comerte el mundo, pero sí poder decidir hacia dónde va la historia y los habitantes de Arcadia Bay. Tienes 18 años, y ahora puedes controlar el tiempo.

Aquí os dejo su BSO. También, sabed que ya están con Life is Strange: Before the storm, ¡su precuela!

5 comentarios en «Life is strange: un videojuego al servicio del arte»

  1. No suelo jugar a videojuegos tanto por falta de tiempo como por falta de instrumental requerido (aunque eso se compensa cuando me invitan a jugar en compañía) así que por lo general soy más de ver Gameplays. «Life is strange» lo vi en el canal del Rubius y la historia me pareció una preciosidad *__* ¡Estoy totalmente de acuerdo con tu artículo!
    No sé si habrás jugado a «Beyond two souls»… Ya me dirás, y comentamos 😉
    Un besazo

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