Terminó el trote de los caballos con sorpresas. Atrás quedan el humor y los memes de un Santiago Abascal cabalgando a ritmo de la banda sonora de El señor de los anillos. Ahora, la realidad es diferente y el caballo está imbuido en llamas. Peligro y atención, rostros más serios ante una realidad que va más allá de un vídeo de jinetes que no saben a dónde van.