El mundo de los videjuegos nos ha dado verdaderas joyas que se pueden elevar a la categoría de arte. Si hay algo que nos otorga esta industria, es la capacidad de hacer realidad casi cualquier tipo de historia y mecanismo que imaginemos. Ya no solo nos limitamos a shooters, RPGs… sino a verdaderas tramas y juegos inmersivos. Cada vez ha ido ganando más peso aquel tipo de videojuego que se fundamenta en nuestras decisiones para determinar qué rumbo tomará la historia. Somos una parte esencial de un enorme engranaje repleto de posibilidades.
Until Dawn es uno de esos muchos ejemplos en donde el jugador actúa como un eje transformador y estructurador de la historia. El potencial narrativo de Until Dawn es enorme, y si algo logra es sumergir al jugador en un mundo totalmente terrorífico. Se narra la historia de un grupo de adolescentes que vuelven a una casa en la montaña donde, un año atrás, dos gemelas en común desaparecieron. El grupo se reúne para intentar pasar página y ayudar al hermano de las gemelas, Josh, a superar la pérdida cuando, de repente, un asesino intentará aniquilarlos uno a uno.